Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
_ ya conocéis mi torpe aliño indumentario_,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangra jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Desdeño las romanzas...
Antonio Machado.
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
_ ya conocéis mi torpe aliño indumentario_,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangra jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Desdeño las romanzas...
Antonio Machado.
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